Aunque tus hijos siguen siendo pequeños, ya no son unos bebés. Y por eso, este año, has decidido lanzarte y realizar una escapada familiar en Semana Santa un poco más lejana.
Esto implica que, por primera vez, tus pequeños cogerán un avión para llegar a su destino. ¿Cómo se portarán durante el trayecto? No olvides que, para ellos, es su primer viaje en avión, estarán más alterados que nunca y todo les sorprenderá. Pero más allá de eso en cuenta, estos consejos te vendrán muy bien para afrontar un vuelo largo con niños.
¿Un vuelo largo con niños pequeños?
Realizar un vuelo largo con niños puede parecer una odisea, especialmente, para los padres que deciden viajar en avión con sus hijos por primera vez a un destino relativamente lejano. Sin embargo, con una buena planificación y algunos consejos prácticos, es posible hacer que la experiencia sea mucho más llevadera y agradable para todos.
1. Planificación previa al vuelo
Es fundamental organizar cada detalle con anticipación para que todo vaya bien y no se produzcan contratiempos ni imprevistos de última hora. Por ejemplo:
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- Escoge un horario adecuado: A la hora de comprar los billetes, si es posible, opta por vuelos nocturnos o en horarios que coincidan con las siestas de los niños.
- Selecciona los asientos estratégicamente: Los asientos de pasillo ofrecen más movilidad, mientras que los de la primera fila tienen mayor espacio para estirarse. Debes tener en cuenta estos aspectos para elegir los asientos que puedan facilitar el viaje para todos.
- Revisa la política de equipaje de la compañía aérea: También debes asegurarte de conocer las normas sobre cochecitos, comida para niños o el peso permitido en el equipaje de mano de cara a poder organizar adecuadamente las maletas de la familia.
- Reserva con antelación: Si la aerolínea lo permite, elegir los asientos y solicitar menús infantiles en caso de vuelos largos con servicio de comida.
2. Documentación y requisitos esenciales
Es imprescindible llevar todos los documentos necesarios, también de los niños:
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- Pasaportes o DNI (según el destino y la edad del niño).
- Autorizaciones de viaje (si el menor viaja solo, con uno de los progenitores o con otros familiares que no son los tutores).
- Cartilla de vacunación (llévala siempre y, sobre todo, en caso de viajar a países exóticos que lo requieran).
- Seguro de viaje (que cubra posibles imprevistos médicos).
3. Equipaje de mano bien pensado
Lo que lleves en el avión será determinante para tener un buen vuelo largo con niños o, por el contrario, vivir una experiencia estresante. Te recomendamos llevar:
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- Muda de ropa extra para el niño por si se producen derrames, vomitonas…
- Pañales y toallitas húmedas en cantidad suficiente.
- Snacks saludables y fáciles de comer (galletas, fruta cortada, frutos secos, etc.).
- Botella de agua reutilizable para mantener al niño hidratado.
- Medicamentos básicos (paracetamol, ibuprofeno, antihistamínicos, etc.).
- Juguetes y entretenimiento: Libros, cuadernos para colorear, tablets con películas descargadas y auriculares adaptados.
4. Mantener la calma y la comodidad
El tiempo en el avión puede volverse agotador si no se tienen estrategias para mantener a los pequeños entretenidos y cómodos. Algunos consejos que pueden ayudar son:
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- Para favorecer el sueño: Llevar su mantita o peluche favorito y asegurarse de que vista ropa cómoda les ayudará a dormir.
- Para prevenir el dolor de oídos: Durante el despegue y el aterrizaje, procura que el niño mastique algo (como galletas o chicles para niños mayores de cuatro años).
- Para evitar el aburrimiento: Lleva todo el entretenimiento posible en forma de juegos, películas… Alternar actividades para mantener el interés del niño y que no se canse.
- Para que no se agobie: Deja que camine por el pasillo de vez en cuando, si la tripulación lo permite.
5. Alimentación e hidratación
Los niños pueden sentirse irritables si tienen hambre o están deshidratados. Por eso, uno de los consejos más importantes de cara a tener la fiesta en paz en un vuelo largo con niños son:
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- Evita comidas pesadas o difíciles de digerir antes y durante el vuelo.
- Ofrece líquidos con frecuencia para evitar la deshidratación causada por el aire seco de la cabina.
- Lleva snacks ligeros y saludables que puedan tomar en el momento en el que sientan sensación de hambre.
6. Manejo de imprevistos
A pesar de toda la preparación, pueden surgir situaciones inesperadas:
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- Crisis de llanto: Mantener la calma, reconfortar al niño y distraerlo con juguetes o canciones.
- Cambio de pañal en espacios reducidos: Usar los baños con cambiadores o, si es necesario, hacerlo en el asiento con una manta protectora.
- Náuseas y mareos: Llevar bolsas para vómito y consultar con el pediatra sobre medicamentos adecuados antes del viaje.
Viajar en avión con niños pequeños no tiene por qué ser una experiencia estresante si se toman las precauciones adecuadas. La clave está en la planificación, el entretenimiento y la paciencia. Siguiendo estos consejos, seguro que el vuelo será llevadero y llegaréis todos contentos a vuestro lugar de destino para disfrutar de una experiencia única en familia.